jueves, 3 de marzo de 2011

Partes de una flor

La flor tiene cuatro partes: cáliz, corola, estambres y carpelo o pistilo.

Flor

La corola está formada por los pétalos, que suelen ser grandes y de colores brillantes. Pueden ser rojos, amarillos, azules, violetas, anaranjados, blancos o rosados. Los colores y el olor de los pétalos sirven para atraer a los insectos.

Más abajo están los sépalos, que suelen ser más pequeños que los pétalos y de color verde. Su principal función es proteger a la flor. Esto es especialmente importante en el capullo, donde los sépalos encierran a todas las demás partes de la flor hasta que se abre. Al conjunto de los sépalos se le llama cáliz.


Flores

Los estambres rodean el centro de la flor. Cada estambre está formado por una parte alargada, llamada filamento, que termina en una especie de maza, llamada antera. En el interior de las anteras están encerrados los granos de polen, que son los elementos reproductores masculinos. Cuando los granos de polen se han desarrollado, las anteras se abren para permitir que los granos de polen salgan al exterior.

Los carpelos o pistilos tienen tres partes: ovario, estilo y estigma. El ovario está oculto en el fondo de la flor. En su interior están encerrados uno o varios óvulos, que son los elementos reproductores femeninos. De cada ovario sale un tubo llamado estilo, con una punta ensanchada que se llama estigma. El estigma está bañado por un líquido pegajoso que sirve para retener a los granos de polen.

Para producir semillas de las que puedan salir nuevas plantas, el polen debe pasar de los estambres al estigma de un ovario. Dentro del ovario hay óvulos, que al unirse con los granos de polen dan lugar a semillas. Los ovarios se hinchan para proteger a las semillas. El ovario hinchado y maduro se llama fruto.

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